martes, 29 de noviembre de 2011

LLADRÓ TIENDAS - ESCAPARATES


Estaba ayer organizando los archivos fotográficos -ya no me caben más cosas que guardar- y mirad por donde, encontré las fotos de mis primeros escaparates. Madre mía, cuántos años de ello, nada más y nada menos que ventitantos. Y es que el tiempo pasa tan rápido, ¿verdad?
Me inicié entre vitrinas con catorce años, en una perfumería-droguería, de las de antes, de toda la vida, entre lejías y esencias de rosa a granel. En realidad, empecé a formarme como escaparatista en
 Lladró tiendas, -en la que estuve trece años después de pasar por varios departamentos desde abajo. Os preguntaréis por qué os cuento todo esto. Pues sencillamente para que podaís entender que por aquel entonces trabajaba más con instinto que con conocimientos, al igual que os pueda pasar a muchos de los que hacéis escaparates diariamente. Mi extrema manía por la superación y adquirir conocimientos en tal campo me llevo a asistir a un curso de una semana de escaparatismo, al tiempo que cursaba estudios de interiorismo. Ha fecha de hoy, aún sigo estudiando diariamente para poder formar a mis alumnos del modo más honesto que conozco y sé: con entusiasmo y fe en lo que creo.
Las imágenes no son muy buenas; he tenido que escanear las fotos de la vieja polaroid que ya se han estropeado por el tiempo.
Bueno, ya no os cuento más, que me pongo, me pongo y no tengo fin.
Voy a intentar explicaros un poco mi planteamiento de aquel entonces en cada decoración. Todo un reto para una aficionada. Pensad que por aquel entonces no disponíamos de tantos proveedores y había que buscarse la vida del mejor modo posible, lo que me vino muy bien para ser más creativa encontrando soluciones a cada problema que surgía.

En la primera foto que vemos, teníamos que presentar las pamelas de porcelana. Al ser piezas muy frágiles, siempre se habían mostrado en su estuche acolchado y yo quería hacer algo diferente. Compré unos pierrots -de los que venden todos maquillados de purpurina, creo que sabéis a los que me refiero- y los pinté todos de blanco para que parecieran muñecas. Mandé imprimir sobre papel de seda el logotipo de la empresa y los vestí. Como veréis, los que conocéis mi trabajo vistiendo ángeles, es una afición que ya me viene de lejos. Lo espectacular de su presentación, entre otras cosas, es que estaban colgadas en columpios, algunas a cuatro metros o más de altura. En su momento fue muy espectacular. Lo mejor: los clientes querían comprar las pamelas con las muñecas, jeje.

Decoración: Sillas de nea en miniatura, y mesas camilla de casitas de juguete con tablas de planchar para conseguir alturas.

Decoración: Falsas ventanas encargadas a un carpintero con el logotipo en la contraventana. Es una pena pero no se aprecia. Las cestas de flores del alféizar y las damas de la mantilla son de Lladró.

Decoración: Macetas de barro natural, huevos y arlita

Decoración:Tapizado de la base de tela fallera, mini sillas de nea y botijos combinados en natural y oro pintados a mano.

Decoración: Aquí, en la presentación de la colección  Aladin de Rosenthal, quise que fuese lo más minimalista posible. Simplemente, unos tubos de cobre marcando el producto y una base lacada en azul marino.



Escaparate de Navidad. Es una pena no tener más detalles y mejores que mostrar, ya que aquí hubo mucho trabajo que hacer. Quería presentar la Navidad menos pomposa, más sencilla, pero no menos compleja, todo lo contrario. El fondo es un cajón de dos metros aproximadamente, con luz interior; y lo que vemos de frente es la representación de Jerusalén con varios volúmenes. Éste era un escaparate para ver de noche puesto que las luces del interior salen por las ventanas abiertas de lo que representa la ciudad en la lejanía.









Decoración: Dentro de la misma serie de lacados azul marino -en aquel entonces algo extraño-.





No se lo que os parecerán los árboles navideños, pero os puedo decir que me costó conseguir que alguien realizara el proyecto. Lo que vendemos aquí son las bolas y las campanas de porcelana de la prestigiosa firma. Tuve que encargar a un tornero -no las encontraba- las bolas centrales. A un carpintero las peanas. A un cerrajero la estructura interior. A un cristalero las distintas piezas de cristal. Y un pintor que lacase las maderas a juego con las bases.
Las bolas y las campanas están sujetas por un lazo ya que se perforó el cristal para pasar la cinta. 
Espero que os gusten. Aun no se de dónde me surgió la idea.




Decoración: columnas griegas de escayola y bristol.
Escaparate realizado para los productos de Daum, una de las mejores  empresas de cristal que se conocen junto a Lalique o Baccarat.

Escaparate realizado para presentar una figura de Lladró de la colección de esculturas en gres, mis preferidas junto a las gollescas o la porcelana blanca mate de Lladró.
Decoración sencilla, la pieza lo dice todo.

Espero que este viaje en el tiempo os haya gustado, a mí me ha transportado a mis tiempos de juventud. Han pasado muchos años, y cada Navidad todos los que en aquella época trabajamos juntos, nos reunimos para recordar viejos tiempos.
Permitídme con ello, hacer un pequeño homenaje a dos compañeros y amigos: Alberto García y Marlene Martí.






2 comentarios:

  1. Me ha encantado conocer tu "historia" profesional. Los inicios y el por qué es muy importante en un profesional, creo yo.
    Por cierto, genial el árbol. Imágínalo de tres metros...
    Un saludo

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  2. Gracias nuevamente wunder,pues sí, los árboles en tres metros serían increible, lo que ya no tengo tan claro es que no se cayesen jeje. Me alegro que te gusten mis posts. Un abrazo

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